Bioero

En esta oportunidad estamos tratando un tema que en menor o mayor medida, a todos tanto a hombres como mujeres, nos preocupa: mantener nuestro peso en un nivel acorde con la salud.

Esto involucra no estar obesos, pero tampoco anoréxicos. Sin embargo la mayoría de nosotros, y sobre todo después de cierta edad, los kilitos empiezan a acumularse y cada vez se torna más difícil conseguir y conservar nuestra figura dentro de los parámetros saludables.

En tal sentido, las últimas investigaciones científicas, han verificado lo que hemos visto y vivido la mayoría de nosotros. El tan deseado sueño de alcanzar una talla ideal podría llegar a tornarse una lucha constante contra la carga genética heredada. Estos estudios realizados en Estados Unidos evidencian que, como otras enfermedades, el sobrepeso esta directamente influenciado por la herencia genética.
La lucha por mantener un peso saludable y las investigaciones científicas al respecto no es algo nuevo. En el año 1959, el investigador Hirsch, observó que las personas obesas sometidas a regímenes hipocalóricos, si bien adelgazaban, al tiempo de dejar el tratamiento volvían a recuperar el peso perdido. Sorprendido por este hallazgo, se repitieron las investigaciones, midiendo los científicos distintos cambios metabólicos, condiciones psiquiatras, y distintos parámetros corporales tales como la temperatura y el pulso. Se observó que estas personas sometidas al stress de una dieta rigurosa, si bien estéticamente prodrían verse como alguien que nunca tuvo problemas con su peso, metabolitamente eran personas famélicas. Se observo que los mismos registraron síntomas psiquiatricos propios de la inanición, tales como soñar con la comida, fantasear con romper la dieta, a su vez que se encontraban ansiosos y/o deprimidos.
Distintas hipótesis se sumaron para explicar el porque estas personas que habían perdido peso, con el tiempo volvían a recuperarlo. Para encontrar respuesta a esta pregunta se realizaron múltiples investigaciones, entre ellas la del doctor Ethan Sims, de la Universidad de Vermont. En su investigación, se cuestionó lo que le sucedería a una persona delgada que no hubiera tenido problemas con su peso, si la misma engordaba deliberadamente. Para evaluar esta hipótesis, voluntarios se ofrecieron y en un plazo de seis meses subieron entre un entre 20% y 25% de su peso. Luego de terminada la investigación, estos individuos no tuvieron grandes problemas para perder el peso ganado. En pocos meses nuevamente estaban en su talla original y permanecieron así sin que ello significara grandes esfuerzos. Ante estos resultados, la hipótesis predominante fue pensar que habría razón para pensar que la gente obesa no puede mantenerse delgada luego de someterse a una dieta tal como las personas naturalmente delgadas no pueden mantener su sobrepeso luego de regímenes dietarios para aumentar de peso. El metabolismo del cuerpo se acelera o desacelera para mantener el peso dentro de un estrecho margen: suba de peso y el metabolismo se acelerará hasta el doble; pierda peso y se desacelerará a la mitad de su velocidad original. Ante esta realidad algunos científicos se plantean la interrogante si el peso corporal es heredado, o si por el contrario la obesidad es una respuesta fenotípica en sociedades con sobreabundancia de alimentos.
El doctor Albert Stunkard, de la Universidad de Pensilvania, realizó una serie de estudios sobre el tema y encontró resultados determinantes. Los resultados de sus investigaciones publicadas en 1986, mostraron que la obesidad es una condición heredada. Estudios posteriores basados en las investigaciones del Dr. Stunkard concluyeron que 70% de las variaciones en el peso de la gente eran resultado de la herencia. Esto significa que el peso se hereda más que cualquier otra condición, tales como la predisposición a tener ciertas enfermedades mentales, distintos tipos de cáncer o enfermedades cardiacas.

Estos resultados no significan que las personas no tengan alternativa alguna para controlar su peso, pero si y corrobora el hecho que para algunas personas controlar su peso y tener un peso saludable significa mucho esfuerzo, luchando constantemente contra su herencia genética. Esto sin duda no es ninguna novedad, conocemos personas que comen muchísimo, sin importar incluso la calidad de sus nutrimentos, y sin embargo son muy delgadas, y otros que su organismo asimila todo lo que comen. Claro esta que la investigación denotará con el tiempo cuanto de esto será considerado parámetros normales. Se esta investigando sobre la presencia de ciertos genes que interfieren en el metabolismo de las grasas y azucares, y por ende pueden predisponer la condición de obesidad. En tal sentido se está investigando como estos genes pueden determinar que ciertas personas sean “naturalmente delgadas y otras obesas”.

Por nuestra parte, estaremos investigando más sobre este tema y le pondremos a disposición mayor información al respecto.

Fuente: www.nacion.com