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Cada año 300 millones de personas contraen malaria y mueren por esta enfermedad a un millón de personas.

En su mayoría niños menores de cinco años. Las embarazadas son también un blanco altamente vulnerable a esta enfermedad causada por el parásito Plasmodium falciparum, transmitida a los humanos por el mosquito Anopheles.
En tal sentido, se ha descubierto plantas que matan al parásito de la malaria así como otras plantas que son tóxicas para el mosquito trasmisor.

Científicos de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida, en Oslo, están probando diferentes extractos de plantas para combatir la malaria a fin de encontrar sustitutos de los fármacos convencionales.
Debido a que el parásito de la malaria ha desarrollado de manera gradual resistencias a los fármacos más empleados actualmente. Además es de destacar que varias especies de mosquitos que trasmiten la malaria se han convertido en resistentes a los insecticidas, ocasionando severos inconvenientes a las áreas afectadas..

Este proyecto piloto, liderado por los investigadores Torunn Stangeland y Hans Overgaard titulado “El control de la malaria con el uso de extractos de planta”, estudia plantas cuya eficacia nunca ha sido probada y tampoco se sabe si podrían tener efectos secundarios en humanos.

Estos científicos estudiarán además si existen efectos sinérgicos entre los diferentes compuestos de los extractos de planta; ya que podría ser más difícil para el parásito y el mosquito desarrollar resistencias un fármaco o a insecticidas en los que se emplee la planta entera, debido a los diferentes compuestos químicos, que están presentes en diferentes niveles de concentración.

Algunos de los antecedentes de uso de plantas para combatir la malaria son el ajenjo dulce (Artemisia annua) y la corteza del árbol de la quina en casos donde el parásito ya había generado resistencias, indica un respaldo para usar plantas medicinales para combatir este mal.

Y según propia cita de los investigadores: “Si encontramos plantas que prueban la efectividad contra la malaria, esperamos que las autoridades africanas y los países puedan registrar las medicinas probadas y producirlas ellos mismos”, añadiendo que una medicina africana de hierbas podría ser un suplemento vital para las costosas medicinas importadas, incluso podría reemplazarlas, lo que sería beneficioso para impulsar su industria, una industria que podría salvar millones de vidas.