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Se está evaluando un fármaco que ponga fin o reduzca la falta de libido en las mujeres, sería como un “viagra femenino”.

Hasta el momento hay 26 drogas disponibles para el tratamiento de las disfunciones sexuales masculinas, entre ellas están los nombres comerciales más populares para tratar la disfunción eréctil masculina: Viagra, Cialis, Levitra, etc. Pero hasta el presente no hay aún aprobada ningún fármaco para tratar las disfunciones sexuales femeninas, entre ellas la más común la falta o reducción de la libido.

A diferencia de los fármacos para los varones, el efecto de flinbaserin se concentra en el cerebro y no en aumentar el flujo de sanguíneo hacia los órganos genitales.

La “píldora rosada” regula la producción de químicos esenciales que son neurotransmisores. Tiene un efecto positivo en aquellos que estimulan la excitación sexual (dopamina y norepinefrina) y negativo sobre el que inhibe el deseo sexual (serotonina).

Particularmente, se ha observado que el “viagra femenino” sería aplicable para las mujeres diagnosticadas con TDSH, según explicón la doctora Anita Clayton, especialista en ese tipo de disfunción sexual, quien ha trabajado como asesora de la campaña Even the Score.

El “viagra femenino” no es para todas las mujeres, de ser aprobado por la FDA, el tratamiento puede convertirse en una opción para aquellas mujeres que no puedan tomar hormonas. Es muy tolerable y los efectos secundarios son muy comunes como mareos, problemas para dormir, boca seca”, según explicó la Dra, Clayton.

Si bien algunos críticos consideran que las farmacéuticas pretenden con esto sacar provecho de un evento natural, como la disminución del deseo sexual en la madurez; expertos como la Dra. Clayton consideran que la disminución del deseo sexual responde a causas diversas. En tal sentido, “debe comprobarse que sea el trastorno lo que está causando problemas en la relación y no a la inversa”, destaca la especialista Clayton.

Según Cindy Whitehead, directora ejecutiva de Sprout Farmaceuticals (responsable de la fabricación del fármaco) cree que no hay razones científicas para rechazar el tratamiento.

Según los ensayos clínicos, las mujeres que se sometieron al tratamiento experimental, aumentaron su deseo sexual en 53%, mientras que redujeron la angustia en 29% y duplicaron el número de eventos sexuales satisfactorios.
La directora de Sprout es optimista respecto a la decisión que pueda tomar la FDA en el próximo semestre, y tiene la esperanza que pronto el “viagra femenino” sea aprobado.