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Científicos griegos dirigidos por el investigador Dimitrios Trichopoulos, de la escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, señalaron que el riesgo de morir de un ataque al corazón se redujo 34% para las personas que hacen siesta regularmente.

La investigación, efectuada en Grecia, duró 6 años e involucró a aproximadamente 25 mil personas de ambos sexos, de entre 20 y 86 años, que no habían tenido problemas cardíacos u otras patologías crónicas.

Los resultados son especialmente beneficiosos para los varones que trabajan, cuyo riesgo de padecer una enfermedad cardiaca se reduce en un 64%, comparado con el 36% de los varones que no trabajan.

Davison, de la Fundación Británica para el Corazón, destacó, que es importante tener un equilibrio entre el descanso y la actividad. Enfatizó que “tener una vida activa también puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, de manera que es importante que la gente no reduzca su actividad física en el resto del día”.
Como indican los estudios es importante llevar una vida activa con actividad física apropiada, una dieta equilibrada y ahora se estaría añadiendo a la lista efectuar una siesta de 15-30 minutos, podría ser muy importante para actuar en conjunto en la reducción del riesgo de padecer enfermedades cardiacas.