Bioero

Científicos británicos, brasileños y españoles quieren probar una nueva tecnología para convertir los residuos de alimentos tales como cáscaras de naranja en productos químicos y biocombustibles.

Los investigadores indican que el método podría lograr que los restos de comida se procesaran tanto a nivel doméstico como a escala industrial. Esta tecnología podría proporcionar una fuente renovable de carbono y ser una solución alternativa frente al problema mundial cada vez mayor de la eliminación de la basura.

Los científicos creen que el método, que trata a los restos de alimentos con microondas concentradas, puede extraer los compuestos químicos útiles que pueden ser aprovechados para producir biocombustibles.

El método fue presentado por el profesor James Clark, de la Universidad de York de Gran Bretaña, durante el Festival Británico de Ciencia en Bradford.
Junto con investigadores de la Universidad de São Paulo y la Universidad de Córdoba en España, formó la Orange Peel Explotation Company (Compañía para la Explotación de la Cáscara de Naranja) a fin de coordinar la investigación.

Los restos son un producto inevitable de los procesos del suministro de alimentos. En estos casos los residuos orgánicos no utilizados se producen en grandes cantidades en las distintas etapas: en las áreas de cultivo, en las procesadores de alimentos y en los propios hogares. Sólo a modo de ejemplo, en Africa por la explotación de la yuca cada año quedan 228 millones de toneladas de almidón no empleadas; y en Europa, las plantaciones de café producen cada año 3 millones de toneladas de residuos. En Brasil,en la producción de jugo de naranja en Brasil se emplea sólo la mitad de la fruta y el resto se transforma en residuo. Tan solo la cáscara de naranja genera alrededor de 8 millones de toneladas de residuos al año.

En esta investigación el objetivo es poner a prueba la tecnología en Brasil para aprovechar los restos de las naranjas. Para ello: “Se tritura la cáscara y se pone todo en un campo de microondas, como se haría en un horno doméstico, pero con una potencia mucho mayor. El microondas activa la celulosa y provoca la liberación de varios elementos químicos”, según explicó el profesor Clark.

Uno de estos productos químicos, el d-limoneno, se puede emplear directamente en la fabricación de perfumes y otros productos químicos.
Los productos químicos derivados de la cáscara de naranja podrían ser empleados para la producción de muchos de los materiales que actualmente dependen del petróleo.

Si bien la tecnología todavía está en período de prueba, las posibilidades de la aplicación de esta tecnología es muy prometedora ya que la tecnología de microondas podría procesar cualquier cosa que contenga celulosa.
Los científicos estiman que si la nueva tecnología llegara a estar disponible a nivel comercial, sería posible procesar alrededor de 6 toneladas de desperdicios de comida por hora con una sola máquina.