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Existen algunos alimentos que es mejor no guardarlos en el refrigerador, te contamos cuáles son.

Por lo general, tratar que los alimentos duren por más tiempo y que no aparezcan microorganismos que lo degraden son los principales motivos para mantenerlos en el refrigerador. Además, los factores que afectan el tiempo de conservación de los alimentos sin que caduquen o se dañen porque les salen hongos u otros organismos dañinos son la sal y el azúcar que contienen, la cantidad de agua que hay en su interior, la acidez, la manera de empacarlos y los tratamientos especiales a los que se les puede someter, como el proceso de ahumado.

Según explicó la directora del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación, en España,  “el principio general del frío, en lo que respecta a la conservación de los alimentos, es que impide su proceso de oxidación”. Sin embargo, en aquellos productos alimenticios donde el sabor y el aroma son componentes  fundamentales, conservar los alimentos en el  refrigerador no suele ser la mejor opción.

Este es el caso de algunos alimentos tales como los chocolates, los frutos secos y algunos quesos.  Por ejemplo en el caso de los chocolates, las bajas temperaturas hacen que el mismo pierda sus cualidades.

En el caso de los quesos suelen afectarse por el frío aquellos sometidos a un proceso bioquímico muy particular que le permite obtener un olor y sabor muy característico. Este es el caso del queso manchego y el grana-padano donde los mismos son añejados por años y pasan por diversas técnicas de conservación que producen  en ellos una textura dura y seca, además de un sabor fuerte.

En el caso de los frutos secos, la consistencia, textura y las propiedades aromáticas de los mismos se paralizan con el frío, por lo que también es recomendable mantenerlos alejados del frío.

Algo similar ocurre con el café y el chocolate, su olor y su sabor se pierden dentro de una nevera, porque además hay que considerar que se pueden mezclar su aroma junto con los otros  alimentos que hay dentro de la misma.

También hay otros alimentos que pueden perjudicarse por su almacenamiento en frío. Este es el caso de las frutas tropicales. Las bananas, los mangos, las piñas, la papaya y otras frutas provenientes de climas tropicales y subtropicales son muy susceptibles al frío. En estos frutos las bajas temperaturas debilitan sus tejidos e impiden que continúen desarrollando los procesos metabólicos normales que las caracterizan.

En el caso de la manquetilla, su alto contenido en grasa hace que la misma se conserve por más tiempo. Esto es particularmente cierto en el caso de la mantequilla que contiene sal. La que no, tiene menos protección contra estos organismos.

En referencia al pan, las bajas temperaturas presentes en el refrigerador aceleran el proceso de deshidratación de este producto. Cuando se les expone al frío, algunas de las moléculas que lo componen, tales como la fécula y gluten,  se modifican, el agua se separa de la fécula y esto hace que la sustancia se revierta a su forma original y se endurezca.

Los huevos son otros de los alimentos en los que no es necesario someterlos a almacenamiento en frío. En el caso de los huevos el frío no les genera ningún beneficio. Si es muy importante tener presente que no se deben consumir después de la fecha de expiración. Esto se debe a que después de ese momento, sus defensas naturales se van perdiendo y aumenta el riesgo de contaminación por salmonela, pudiendo penetrar este microorganismo las membranas presente en el huevo y desarrollarse en su interior.

Con respecto a las cebollas y los ajos, estos vegetales son esencialmente secos y por esta razón mantenerlos en el refrigerador propicia la generación de humedad, acelerando su proceso de oxidación y por ende de degeneración.

En el caso de las papas, éstas tienen que guardarse en un lugar fresco, seco y oscuro. Si se les expone a bajas temperaturas, la cantidad de azúcar que tienen puede incrementarse. A su vez, la exposición a las bajas temperaturas presentes en el refrigerador puede ocasionar niveles altos de un químico llamado acrilamida, que es muy en el caso que la papa se fríe o se hornea a temperaturas elevadas.

En términos generales, los expertos también indican que es importante considerar que no todo es absoluto con respecto a los alimentos, debido a que hay diversos factores que pueden afectar su estado y tiempo de duración, como las variaciones en la cantidad de ingredientes específicos que se incluyen y el proceso de fabricación que emplean las diferentes empresas que los elaboran