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Hoy nos dedicaremos a un tema de gran importancia para muchísimas personas; se trata de la hipertensión arterial.

Muchas personas padecen hipertensión, pero muchísimas no saben siquiera que lo padecen: cuando se enteren será posiblemente en condiciones tales en donde esta enfermedad, muchas veces silenciosa haya dejado de serlo, y se esté tratando alguna secuela de la misma.

La hipertensión arterial esta distribuida en todo el mundo, en particular en los países del primer mundo. Su prevalencia va en aumento y está asociada a múltiples factores: genéticos, alimentación inadecuada (generalmente ligada al consumo de alimentos ricos en sal), y disminución de la actividad física. Se estima que cerca de 700 millones de personas la padecen en todo el mundo. De las más de 15 millones de muertes provocadas por afecciones circulatorias, aproximadamente la mitad de estas muertes se deben a enfermedades coronarias y casi 5 millones corresponde a enfemedad vascular encefálica; y en gran parte de estas enfermedades la hipertensión arterial está involucrada. En la mayoría de los países la prevalencia de hipertensión arterial varía entre un 15%-30% de su población, sin embargo después de los 50 años la prevalencia de la misma puede llegar al 50%.

Sin embargo ¿qué es la hipertensión arterial? Cuando el corazón late, bombea sangre hacia las arterias y crea presión en ellas. Esta presión es la que permite que la sangre circule por todo el organismo. Cuando nos toman la presión nos dan dos cifras: la primera de ellas registra la presión sistólica, que es aquella que se produce en las arterias cuando late el corazón (sístole), y la segunda, la presión diastólica que es aquella que se registra cuando el corazón descansa entre latidos (diástole). Cuando la presión es superior a “140/90” en los adultos, se produce lo que denominamos hipertensión arterial. Debido a que esta enfermedad puede no dar síntomas y ser por ende una enfermedad silenciosa, al no recibir un tratamiento adecuado, puede afectar el funcionamiento del corazón, cerebro y los riñones. Por tal motivo es importante informarse sobre esta enfermedad y controlarla adecuadamente, ya que es la mejor manera de prevenir y moderar sus consecuencias.
Algunos de los principales factores de riesgo de la hipertensión arterial son: obesidad, consumo elevado de sal, alcohol, tabaco, falta de ejercicio y estrés. Debemos destacar que si se posee antecedentes familiares de hipertensión se debe de aumentar la vigilancia del control de la presión. Por eso es fundamental realizarse controles periódicos y, en caso de padecer hipertensión, combinar el tratamiento médico con una dieta más saludable y actividad física.

¿Cómo puedo prevenir la hipertensión arterial?

Aunque la hipertensión arterial es una enfermedad crónica, esto es, al día de hoy no se puede curar definitivamente, determinados hábitos de vida unidos a la acción de los medicamentos antihipertensivos, pueden llegar a controlarla de forma sustancial y evitar así sus consecuencias. Algunos de estos hábitos son los siguientes:

•Las personas mayores de 40 años deben controlar periódicamente la presión arterial. Más aún, si sus padres o abuelos han sido hipertensos.
•Evite la obesidad, ya que se ha observado que la disminución de la misma trae como consecuencia disminución en la presión arterial
•Realice actividad física regular, si es posible, al aire libre. Recuerde que con tan sólo caminar a ritmo sostenido por 30 minutos tres veces por semana ya se considera que las personas no son sedentarias.
•Disminuya o evite el nivel de sal en la preparación de sus comidas. Evite los alimentos salados.
•Reduzca al mínimo las grasas animales de su dieta y hágala rica en verduras, legumbres, fruta y fibra.
•Evite el fumar y los ambientes contaminados por humo de tabaco.
•Modere el consumo de bebidas alcohólicas. No tome más de uno o dos vasos de vino al día y, a lo sumo, una bebida alcohólica a la semana.
•Reduzca el consumo de bebidas excitantes como el café, el té, etc.
•Siga fielmente el tratamiento prescrito por su médico y no lo interrumpa sin su conocimiento. Observe los posibles efectos secundarios atribuibles a los fármacos y
coménteselos a su médico.
•Recuerde que la hipertensión es un poderoso factor de riesgo cardiovascular que se potencia cuando se asocia a colesterol elevado, diabetes o ácido úrico. Procure controlar, además de sus niveles de prensión arterial, estos otros factores de riesgo citados.

Conclusiones

Como vemos, en la aparición de esta enfermedad están implicados múltiples factores, algunos factores ambientales y otros genéticos. Al día de hoy se sabe que varios genes están implicados en la regulación de la presión arterial, aunque no todos los mecanismos son conocidos en profundidad. Por tal motivo, al momento, la lucha contra esta enfermedad es encarada desde el punto de vista de los factores ambientales básicamente; factores externos que inciden en el control de la presión arterial. Al igual que otras enfermedades, tales como la diabetes, enfermedades cardíacas y otras enfermedades ligadas a los desórdenes del metabolismo, la prevención de las mismas, así como su control adecuado para impedir su avance y secuelas en el organismo, depende de la adquisición de hábitos saludables. Básicamente los mismos son: una dieta equilibrada y actividad física. Como vemos estos pilares son la base para la conservación de la salud. Una dieta balanceada y actividad física, aunque más no sea caminar 30 minutos diariamente, logran milagros a la hora de revertir un proceso destructivo para la salud o directamente prevenir la enfermedad.

Autor: M.Sc. Blanca Velázquez

La información aquí suministrada se basó en reportes “on line” provenientes de:

Fundación Española del Corazón. Sociedad Española de Cardiología.
Ministerio de Salud Pública de Cuba. Programa nacional de prevención, diagnóstico, evaluación y control de la Hipertensión Arterial.
www.Geosalud.com
www.secardiologia.es